IGLESIA DEL NAZARENO VENEZUELA

HISTORIA DE LA IGLESIA DEL NAZARENO VENEZUELA

POR: CARLOS CORDERO

“…cuando finalmente aterrice nuestro avión cerca de Caracas aún habrá muchas preguntas sin respuestas: ¿En dónde viviremos? Cómo iniciaremos estudios bíblicos, capacitaremos a obreros potenciales, compraremos propiedades y lograremos planes para templos y casas pastorales? De todos modos en la vida hay muchas Preguntas sin respuestas. Pero yo confío en que Dios tiene TODAS las respuestas. HOY sólo necesito saber que Dios me ha prometido que la Iglesia del Nazareno alcanzará a los necesitados de Venezuela con el evangelio de Cristo”

Fueron parte de las inquietudes y convicciones de los esposos Porter al iniciar su ministerio en Venezuela. La Iglesia del Nazareno, llegó como un instrumento de Dios para alcanzar con un mensaje renovador, bíblico y cristocéntrico a cada persona. Haciendo énfasis en una obra más profunda producida en el corazón y no limitada a lo meramente externo. Llega en un contexto caracterizado por el legalismo religioso, la iglesia llenó un espacio que faltaba con su mensaje, pero que no fue libre de “resistencia” pues de manera intensa se categorizó a la iglesia como “falsa doctrina”.

Los inicios se caracterizaron por descubrir que “la iglesia había llegado antes que la iglesia”, es decir, antes de organizarse ya había nazarenos en Venezuela a través del ministerio radial de“La Hora Nazarena”. Varias personas habían escrito y fueron localizadas, varias de ellas se convirtieron en las semillas de iglesias en distintos lugares del país.

La iglesia en el país nace en el tiempo en que la iglesia general cumplía los 75 años y para tal fin se acordó colectar una ofrenda para hacerla llegar a Venezuela. Esta ascendió a más de 500.000 dólares. Por lo tanto no se escatimaron esfuerzos para lograr que la iglesia se estableciera en el país.

Los Porter implementaron un plan de asistencia pastoral para los primeros “pastores” el cual consistía en una ayuda que iba a reducirse a los seis meses, en la medida que las iglesias locales pudieran poner esa parte. Muchos fueron “llamados al ministerio” en ese tiempo y lamentablemente algunos “perdieron el llamado” cuando se termino el subsidio. Sin quererlo, esto creo una imagen de una iglesia “de gringos” adinerada que tenía recursos para pagar y comprar. Calificativo, entre otros, que se prolongaron por mucho tiempo influyendo en el desarrollo de la iglesia por no tener “dichos beneficios” de manera permanente. Se formó una generación (en su mayoría) dependiente de los recursos para TODO y anuló en gran medida la posibilidad de pensar que los venezolanos podían hacer cosas con sus propios recursos.

En medio de esas situaciones la iglesia se organizó y fue desarrollándose dinámicamente por el atinado liderazgo de los esposos Porter, quienes promovieron dos elementos claves: EDUCACIÓN y EVANGELISMO. En ambos se contó con el apoyo de hermanos de Puerto Rico, quienes con gran pasión y entusiasmo llegaron a ciudades y pueblos compartiendo con su especial espíritu caribeño el evangelio. Entre ellos hubo tremendos predicadores, maestros, directores de adoración, laicos comprometidos entre otros. Los primeros campamentos fueron organizados por ellos y se convirtieron en el principal recurso evangelístico de la iglesia. Cada año centenares de jóvenes (y no tan jóvenes) llegaron para compartir una semana de compañerismo y capacitación. Muchos de los líderes fueron llamados o confirmados sus llamamientos en esos eventos.

Los cursos de teología fueron recibidos con mucha hambre. Las personas viajaban hasta 8 o 9 horas para estar una semana recibiendo los primeros cursos intensivos del programa de capacitación ministerial. Allí se marcó la pauta para la iglesia en cuanto a educación y evangelismo. Que sumado al carácter dinámico y entusiasta del venezolano, contribuyó a que se tuviera en sus primeros años un notable crecimiento en todas las áreas: en miembros, iglesias, finanzas, entre otras. Los Porter tuvieron entre sus múltiples aciertos la filosofía de “enseñar a otros”, no monopolizaron el ministerio. Por ello muy pronto se formó una manada de líderes que funcionaron en el evangelismo, educación y organización de eventos masivos y cuyas actividades fueron muy bien desarrolladas.

Los Porter tuvieron que salir del país y ese cambio influyó en la pérdida del ritmo que la iglesia traía. Los nuevos líderes se convirtieron en “experimentos” breves y parciales porque luego de tener líderes a tiempo completo, llegaron personas MUY ocupadas en otros quehaceres que casi hicieron su trabajo “en su tiempo libre”. Este cambio frecuente, además de perderse el ritmo, trajo también cambio de filosofía y distanciamiento de la misión con la nación. Se comenzó a ver al misionero como un funcionario que hacía la labor sin tomar en cuenta mucho a los nacionales. Algunos buenos líderes salieron del país y hoy tienen ministerios fructíferos en otros lugares.

El concepto de crecimiento se enfatizó en “fundar nuevas iglesias” y paulatinamente y aceleradamente se multiplicó el número de ellas. Sin embargo algunas no debieron organizarse por carecer de la fuerza suficiente. Fue el tiempo de IMPACTO, en donde el héroe era el “plantador de iglesias” y llevó a muchos a “sacrificar” buenos laicos en la “arena pastoral” y luego se tuvo una iglesia inactiva y un laico frustrado. El plan de descentralizar templo, pastor y creyente surtió efecto en el equilibrio que otros le dieron. Sin embargo, dio otro perfil, el de las iglesias pequeñas. Como el énfasis era “nuevas iglesias” no había tiempo de pensar en iglesias grandes, la mayoría de las mismas no superaban las 50 personas y las que lo hacían eran las “mega iglesias”.

Recientemente (2002) la iglesia celebró sus primeros 20 años (somos una iglesia joven) Sirvió para examinar nuestra historia y proyectarnos hacia el futuro con buen ritmo y tomando en cuenta las experiencias pasadas. Por años hemos sido lectores de la obra de Dios en otros lugares, pero está llegando el tiempo que otros comiencen a leer lo que Dios está haciendo en y desde Venezuela.

Actualmente tenemos cinco distritos. Todos tienen su superintendente nacional, y alternan el trabajo distrital con el pastorado en una iglesia de su distrito. Varias iglesias están experimentando crecimiento y enfocando su ministerio de manera más integral y ya tienen escuelas, centros de rehabilitación, recursos para comprar propiedades y construir entre otras.

El programa educativo ETED está activo con más de 300 alumnos en todo el país y con un programa de Licenciatura por extensión; y cada año enviando jóvenes llamados al ministerio a capacitarse al Seminario en Quito. Ya aportamos personal para las misiones pues tenemos jóvenes en la región MAC y SAM haciendo un buen trabajo en esos lugares todos menores de 30 años. Creemos que tenemos un compromiso en Venezuela, pero desde allí para la región y el mundo. Estamos satisfechos pero no conformes. Estamos agradecidos por la inversión que otros han hecho a través de la educación, evangelismo, construcción, liderazgo y otros. En medio de las dificultades y fallas, la GRACIA de Dios siempre ha sobreabundado.

En un tiempo no muy lejano los misioneros saldrán del país. Cuando eso ocurra les tocará a los venezolanos asumir el liderazgo en todas las área. Creo que se podrá, ya que existe el recurso humano dispuesto. Pero debemos “limpiarnos” del concepto de “imposibilidad” nacional para estar al frente con responsabilidad y eficacia. Nuestra herencia tiene varios ingredientes que tenemos que superar: El que no podemos liderar sino solo ser liderados, el de no poder hacer la obra por carecer de recursos (pues otros los tienen), y el de pensar que la tarea es demasiado grande y Goliat nos vencerá.

Hemos recibido ejemplo de buen liderazgo y matices de situaciones no adecuadas, en algunas somos responsables, pero no podemos pasarnos la vida lamentado lo que otros no hicieron bien. Este es nuestro tiempo!! Dios puede obrar a través de nuestros recursos. Así sean devaluados bolívares él proveerá lo necesario para HACER su obra; y nos usará con nuestras particulares capacidades. No tenemos que “ponernos el traje de otro” como Saúl quiso hacer con David. ¡¡¡Él nos usará con nuestros recursos!!!

La Iglesia del Nazareno alcanzará a los necesitados de Venezuela” y lo está haciendo. En medio del grave conflicto socio-político que vive la patria de Bolívar, creemos firmemente que la Iglesia del Nazareno es un instrumento de Dios para compartir y diseminar la buena noticia del evangelio en medio de las malas noticias. ¡¡¡Los mejores días de la Iglesia del Nazareno en Venezuela están por escribirse!!!